Descubre como las stablecoins permiten ahorrar tiempo y costos en los pagos internacionales entre Africa, Latam, y China.






En un mundo cada vez más interconectado, el flujo de comercio y capital entre África, América Latina y China ha crecido sustancialmente. Estas regiones no solo son actores clave en la economía global, sino que también están redefiniendo cómo se lleva a cabo el comercio. Sin embargo, persiste un desafío constante: los pagos transfronterizos. Los altos costos de transacción, las complejidades en la conversión de divisas y los largos tiempos de liquidación han dificultado tradicionalmente el comercio fluido entre estas regiones. Las stablecoins, una herramienta financiera innovadora, están surgiendo como una solución a estos desafíos, permitiendo transacciones más rápidas, económicas y transparentes.
El comercio entre África, América Latina y China ha prosperado en la última década. China se ha consolidado como un socio comercial principal tanto para África como para América Latina, importando materias primas como petróleo, cobre y productos agrícolas, mientras exporta maquinaria, electrónicos y productos manufacturados. Datos recientes muestran que el comercio de bienes entre China y América Latina alcanzó los $427,400 millones durante los primeros tres trimestres de 2024, lo que representa un aumento del 7.7% interanual, y se espera que supere los $500,000 millones para todo el año. Además, el comercio entre China y África alcanzó un máximo histórico de $282,000 millones en 2023, marcando un crecimiento interanual del 1.5%.
América Latina y África también están fortaleciendo sus lazos comerciales, particularmente en agricultura y recursos naturales. Sin embargo, a pesar de este crecimiento prometedor, las empresas de estas regiones enfrentan fricciones financieras debido a sistemas de pago ineficientes, la dependencia de corredores bancarios basados en dólares y las vulnerabilidades frente a las fluctuaciones de los tipos de cambio.
Las stablecoins son criptomonedas vinculadas a un activo estable, a menudo una moneda fiduciaria como el dólar estadounidense o el euro. Su estabilidad inherente, transparencia y eficiencia las hacen particularmente atractivas para el comercio transfronterizo. Así es como abordan los principales problemas:
Un exportador agrícola de Kenia que exporta café a China. Tradicionalmente, esta transacción implicaría convertir chelines kenianos a dólares y luego a yuanes chinos, incurriendo en múltiples tarifas en el proceso. En promedio, estas tarifas pueden alcanzar hasta el 6% del valor de la transacción. Usando una stablecoin como USDT, el exportador puede recibir el pago directamente en una wallet, reduciendo las tarifas a menos del 1%, lo que se traduce en ahorros significativos en costos de transacción.
Además, las transacciones con stablecoins se liquidan en minutos, en comparación con el sistema tradicional donde los pagos pueden tardar de 3 a 5 días hábiles en procesarse. La capacidad del exportador de acceder a los fondos casi de inmediato asegura una mejor gestión del flujo de efectivo y una mayor eficiencia operativa. Los fondos luego pueden convertirse fácilmente a la moneda local o utilizarse para comprar insumos de proveedores latinoamericanos que también aceptan stablecoins.
Aunque las stablecoins ofrecen numerosas ventajas, no están exentas de desafíos:
A pesar de estos desafíos, las stablecoins están destinadas a desempeñar un papel transformador en la facilitación del comercio entre África, América Latina y China. Iniciativas como las asociaciones de fintechs con plataformas de pago locales y la creciente adopción de la tecnología blockchain en el financiamiento comercial señalan un futuro prometedor. Los gobiernos y el sector privado deben colaborar para abordar las preocupaciones regulatorias e invertir en infraestructura digital para desbloquear completamente el potencial de las stablecoins.
A medida que los volúmenes comerciales entre estas regiones continúan creciendo, las stablecoins pueden cerrar las brechas en los sistemas financieros existentes, fomentando una mayor colaboración económica. Al aprovechar esta tecnología innovadora, las empresas pueden superar barreras históricas y desbloquear nuevas oportunidades de crecimiento.